jueves, 27 de marzo de 2014

SEMANA SANTA EN ... LA POESÍA (27 de marzo)



(...)
Las Vírgenes y los Cristos
que aquí tienen su venero
llevan nombres tan humanos
que a todos les pertenezco.
A las Penas de San Roque,
a las que en la Estrella veo,
las que trae Santa Marta
que por San Andrés espero,
como espero en San Vicente
al apenado Maestro
y a otros que echaron de casa
los mercaderes del templo.
Si me falta la Salud
en San Esteban la encuentro,
la hallo en la Carretería
y si en San Gonzalo entro;
San Bernardo y los Gitanos
dan a los males arreglo,
mientras por San Nicolás
y por Montesión dan tiempo
a cicatrizar heridas,
las del alma y las del cuerpo.
Con naranjos y palmeras
estoy entre dos Silencios
-Silencio blanco el Domingo,
y el Viernes Silencio Negro-;
y a las dos Expiraciones
-el Cachorro y el Museo-
sumo al Buen Fin por Teodosio
con la Palma de su gremio,
mientras suspira otra Palma
de la Alcaicería a San Pedro
y otro Buen Fin en María
se hace encaje en Chapineros.
(...)

Joaquín Caro Romero - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2000.




(...)
Piedad, rojo en la cintura, 
Piedad, rojo en las heridas,

Piedad, puntadas perdidas
de mi infantil travesura.
Misericordia que anuda
esa tragedia desnuda
con un cordel marinero.
Misericordia, te espero
que sé que me tenderás
tu mano en Santo Tomás
y me harás baratillero.
Caridad con temblorosas
velas enrizás que llevas,
fundidas y siempre nuevas
con ese andar pinturero
te veo en Santo Tomás
y al punto baratillero
como siento y como quiero
como si fuera pequeño
me tornas dentro de un sueño
de añoranza prisionero.
Con mis lágrimas se imprime
la oración con que responden
las murallas, las cadenas,
el león, las azucenas,
el llamador y el varal,
y el clavel en su fanal
y en la bulla el cangrejero.
Cangrejero el pregonero
que vuelve a pedir permiso,
porque es vital y preciso
que se cruce y me entrometa
hasta que encuentre la meta
donde espero y desespero
donde sé que me darás
en calle Santo Tomás
tu primor baratillero. 
(...)

Francisco Javier Segura Márquez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2013.





Viene andando el Gran Poder,
firme y fuerte como el hierro.
Fíjate en Su Valentía
bajo el aire mañanero
que corta como cuchilla
fría como los aceros.
En la Plaza de las Plazas
de la Sevilla de ensueño
lo espera todo el gentío
que lo divisa de lejos,
que lo siente ya acercarse
porque todo está en silencio;
la brisa se va llenando
de sentidos Padrenuestros,
de petición sostenida
de mentes que están en rezo.
Los faroles, encendidos
perfilan Su Cuerpo enhiesto
que es musa de los poetas,
que ven en Él al Soneto.
Viene luchando el Señor
con el peso del Madero,
viene luchando el Señor,
y aunque luchando, sereno;
Su Andar es largo, de frente,
y en Su Andar no existe miedo.
Mira Su Cara Llagada
inundada por los besos
de sinceros corazones
y del arrepentimiento
de todos, porque en Sevilla
para el Señor hay respeto
porque sabe todo el mundo
que Tú, Señor, Eres Bueno;
porque Tú Eres a Sevilla
lo que las letras al verso
lo que el sol al horizonte
lo que la nieve es al hielo
lo que el agua es a la lluvia
la tersura al terciopelo
lo que al molino las ruedas
lo que la sal al océano
lo que la arena a las dunas
y las dunas al desierto,
lo que el viento a la veleta
y la tempestad al trueno.
Lo que el gozo a la alegría,
como el saber a los viejos,
los Viernes a nuestra vida
y la Plaza a San Lorenzo;
lo que a los cirios la cera
y la plata al candelero,
el alba a la amanecida
el amarillo al albero
los ojos a la mirada
y el valor a los toreros,
la flor a la Primavera
y a la noche los luceros;
el pincel a los pintores
y a los pintores el lienzo,
el brillo de las estrellas
lo que las llamas al fuego
lo que las gentes al barrio
y lo que el habla es al verbo,
el cartón al capirote
y éste a los nazarenos,
el esparto al cinturón
y lo que el escudo al pecho,
el latido al corazón
y el razonar al cerebro.
(...)

Rafael de Gabriel García - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2004.

 
  
(...)
La Virgen de las Angustias, 
viene, pero nunca pasa. 
Es ala azul, viento fino, 
caricia de sierra blanca
agua de escondida fuente,
latir de alegría cansada,
compás que sólo se empieza,
y canción que nunca acaba. 
La Virgen de los Gitanos, 
casi silencio y palabra,
medio ilusión y tristeza,
casi noche y casi alba,
medio madre y medio novia,
casi amiga y casi hermana,
es un corazón desnudo
que en el aire se derrama. 
La Virgen de los Gitanos, 
triste Violeta apenada,
va mecida por los ángeles
al despuntar la mañana. 
La Virgen de los Gitanos, 
es una copla quebrada,
que nos pellizca la sangre
cuando por Sevilla pasa.



Antonio Rodríguez Buzón - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 1956.
 

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