jueves, 20 de marzo de 2014

SEVILLA EN ... EL PREGÓN DE LA SEMANA SANTA (20 de marzo)



¡Effetá!...suena en mi mente,

¡Effetá! de mis palabras,

¡Effetá! como aquel sordo,

como al ciego de Betsaida.

Effetá, que en el hebreo

quiere decir: “Que se abran

tus ojos y tus oídos

al estruendo de la gracia”.

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá porque comenten

las voces propias y extrañas,

que es Fe tal la que tenemos,

que es Fe tal la sevillana,

que arrebató al sarraceno

la espiga de la Giralda,

que es la Torre de la Fe

por la Fe que la remata

y que es la Puerta de Palos

Puerta de la Fe romana

de quien copió Benedicto

de motu proprio su carta.

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá de los estrenos

y Effetá: Que no hagan falta

-vencemos a la tercera-

chubasqueros ni paraguas.

Effetá para las túnicas

de estreno recién planchadas,

Effetá en San José Obrero

que estrena antifaz y capa,

Effetá de las mantillas,

Effetá de tardes largas

soñando las camareras

el momento de arreglarla.

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá los mayordomos

y las listas y las guardias

de armaos en el Santo Entierro

y de armaos en la Esperanza.

Effetá de los que salen

en brazos porque no andan,

Effetá de los que peinan

con capirotes sus canas.

Effetá de los carritos,

del que llega y se apalanca.

Effetá de tantas bullas

que saben cómo se anda.

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá para el izquierdo

por delante de Vizcaya,

Effetá de los tres pasos,

y Effetá que avisa a ¡Guardia!

cuando el Desprecio de Herodes

vuelve a San Juan de la Palma.

Effetá del pregonero

que se entrega y se retrata,

Effetá de nuevos aires,

Effetá a la confianza,

Effetá a los veinteañeros

que luchan y dan la cara.

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá viendo a tus nietos

junto a la imagen sagrada,

y en las manos del que ha muerto

poniendo la última estampa.

Effetá del sentimiento

que me impulsa y que me llama,

Effetá de un Martes Santo,

de una túnica de sarga,

de un montón de monaguillos

que me buscan y me paran.

Cuando digo monaguillos,

digo insignia, digo vara,

maniguetas y bocinas,

y digo cirio y dalmática,

y digo escalera y cántaro,

y digo el carro y la caña.

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá lo que sentimos

todos y a todos nos marca.

Effetá cuando tu Cristo

llega y se luce en Campana,

Effetá para tu Virgen,

que es para ti la más guapa.

Effetá en mi calle Feria,

donde mis versos recalan.

Effetá de tantos nombres

de Cristo que se me abrazan.

Effetá para mi Cristo

que hoy mi Hermandad os regala.

Mi Cristo será tu Cristo,

mi Moreno te reclama,

con sus manos que se mueren

en otoño de hojas pardas.

Mi Cristo en todos tus Cristos.

Effetá que se agiganta.

Cuando tú enseñas la foto

de tu Señor, ¿cómo exclamas?

No le dices al que mira:

“Este es mi Cristo, miarma”.

Y es que el Cristo al que le rezas

¿No es el Cristo de tu alma?.

Ese Cristo de tu alma

es mi Cristo y es mi alcázar,

es el que me pide ahora,

sin que mediemos palabra,

Effetá para Sevilla,

Effetá Semana Santa.

Effetá mi Cristo muerto

que está vivo en vuestras casas.

Effetá de un solo Cristo,

el Cristo de tu medalla,

el Cristo que vive y muere

sobre el clavel y la espada.

Effetá para Sevilla

Effetá Semana Santa.

¡Todos los Cristos mi Cristo

en mi Cristo de las Almas!


- Pregón de la Semana Santa de Sevilla. 2013.
     Francisco Javier Segura Márquez. 

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